La Plaza según el Catastro de Ensenada (Siglo XVIII)
Tales iluminaciones respondieron al requerimiento oficial de delinear el cuerpo de la población inserto en el interrogatorio general y excedieron, por su característica profusión de detalles, el esquematismo tan agudo que acostumbramos a detectar en otros municipios catastrados. Es notorio que el anónimo autor de los dibujos no era un perito en el arte pictórico, incluso erró la posición de los cuatro puntos cardinales trocando el Poniente y el Levante. La obra de su autoría resulta, sin embargo, sumamente ilustrativa del lugar, poblado a la sazón por 144 vecinos y 627 almas y contraído por toda jurisdicción a sus calles, casas y corrales.
Entre todos sus elementos iconográficos despuntan dos edificios, respectivamente expresivos de la dicotomía histórica de arquitectura sacra-poder espiritual y arquitectura civil-poder temporal. El uno es la Iglesia Parroquial del Señor San Pedro con nave única y torre adyacente sin el cuerpo de campanas y reloj agregado en 1865. El otro es la Casa Grande o "Casas Principales del Mayorazgo de la Pizarra", habitadas entonces por D. Pedro Sánchez de Badajoz Figueroa Silva Lasso de la Vega y Córdoba y Dª Isabel María Manuel de Villena y Portocarrero, II Marqueses de Valdesevilla, y un estrecho círculo de famosos. Este edificio palaciego, muy diferente del modero Palacio de los Condes de Puerto Hermos, constaba de una sola torre de dos plantas coronada por un palomar. Si en las ilustraciones se aprecian dos, es debido al efecto óptico nacido de la superposición del templo aledaño.
Hitos urbanos nítidimante discernibles son la Cruz de Humilladero y la Fuente Pública. La primera, inexistente cuando menos desde el siglo XIX, fue ya constatada en 1626 e inspiró el nombre de su emplazamiento durante el siglo XVIII: la Plaza de la Cruz. La segunda, llamada durante las centurias contemporáneas de los Cuatro Caños, databa del año 1515 y fue hasta 1863 la única fuente pública de Pizarra.
La identificación del viario es ciertamente difícil por razón de su fragmentarismo y equívoca perspectiva. Es posible vislumbrar, no obstante, el Barrio de la Fuente, la Plaza de la Cruz y la Calle de San Pedro. Finalmente la frondosa huerta, primorosamente alineada, no es otra que la exuberante plantación de naranjos, limoneros, morales, higueras, chopos y otras especies arbóreas extendidas en aquellos días entre las tapias de la casa solariega y sucedida en los nuestros por el paridisíaco jardín del Palacio de Puerto Hermoso.
Las cuatro láminas tienen por pie común una leyenda que reza:
"El lugar de la Pizarra, Partido de la Ciudad de Málaga, dista cuatro leguas de dicha Ciudad y diez y ocho de la de Granada Capital de su provincia; su término (por no salir de las casas) de levante a poniente quinientas varas, pocas más o menos, y del norte a el Sur como setecientas, y de circunferencia cinco mil varas; tiene la figura precedente, y linda con la Jurisdicción de Álora y Casa Palma".
Alejandro Rosas Fernández
Artículo publicado en "Apuntes Históricos de Pizarra"
Boletín del Ayuntamiento "Pizarra Información" nº6 (Mayo-Junio-Julio 2008)
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