Bienvenido/a a Pizarra

Desde el centro Guadalinfo de Pizarra queremos daros la bienvenida a este blog. Se trata de un nuevo espacio donde todos los/as pizarreños/as o amantes de este lugar puedan ver las imágenes que vamos a ir recopilando. En este blog iremos publicando las fotografías e información que queráis compartir. Estamos convencidos que entre todos/as podemos realizar un bonito y emocionante álbum donde vamos a poder comprobar como ha cambiado nuestra sociedad, la economía, el paisaje, las calles, etc., de nuestro pueblo. Para más información y facilidad de participación se ha creado una Página de Facebook donde también podéis subir fotos y estar al tanto de las últimas publicaciones. Cualquier duda o consulta la podeís hacer al correo electrónico pizarraenelrecuerdo@gmail.com

Páginas

Mostrando entradas con la etiqueta Vistas generales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Vistas generales. Mostrar todas las entradas

jueves, 25 de abril de 2013

Las Casillas de Díaz


Durante los siglos modernos, la Sierra de Gibralgalia (de la raíz árabe Ŷabal al-‘alya, “Monte Alto”) integró en toda su extensión el dilatado término jurisdiccional de la villa señorial de Casapalma, “con horca y cuchillo” y “jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero y mixto imperio, señorío y vasallaje” sobre sus súbditos desde 1558 hasta la definitiva abolición legal de esta jurisdicción especial acaecida en el primer tercio del siglo XIX. 

 Casillas de Díaz (Foto de Frank-Cp publicada en Panoramio)

Los sucesivos señores y condes de este título del reino resolvieron disgregar y dar a censo perpetuo en vez de a renta temporal sus tierras fragosas y baldías entre labradores foráneos quienes, con la máxima diligencia, roturaron y poblaron sus respectivos minifundios de viñedos, encinares y olivares al abrigo de haciendas o caserías tales como la de Guerrero a Septentrión y la de Arjona a Mediodía.

Desde 1848, fecha de la formación ex novo del término municipal de Pizarra a expensas de las villas limítrofes en virtud de sentencia firme ganada ante el Supremo Tribunal de Justicia en 1847, la sierra se halla desmembrada entre los municipios de Cártama, Casarabonela y Pizarra, el cual despliega su jurisdicción sobre toda su ladera oriental entre las Casillas de Díaz y el arroyo de Casarabonela, feudatario del río Guadalhorce por su margen derecha.

El origen y principio de las Casillas de Díaz parece retrotraerse a un único edificio matriz, la llamada Casilla de Cristóbal Díaz, en el último tercio del siglo XIX. La proliferación demográfica no tardó en suscitar una consiguiente expansión urbanística mediante la edificación de nuevas casillas en su derredor durante el primer tercio del siglo XX.

Una particular arquitectura vernácula, regida por las experimentadas y sabias manos de los especialistas “albañiles de piedra”, caracterizaba la fábrica material de tales casas rurales: paramentos alzados sobre plantas cuadrangulares y compuestos de piedras superpuestas y arcilla roja, específicamente seleccionada por su consistencia y adherencia, y techumbres elaboradas de cañas secas, tierra arcillosa y tejas curvas con inclinación a dos aguas.

Una explanada diáfana, conocida como “la Plaza”, articulaba la anómala configuración urbanística del caserío, ajustada al quebrado relieve de lomas y cañadas, a la vez que franqueaba una relevante función social dada la inviabilidad económica del atomismo parcelario inherente al modelo minifundista de la propiedad rústica vigente en la sierra de Gibralgalia: la elección cotidiana de los jornaleros serranos por madrugadores manijeros enviados hasta aquellos riscos por los ricos hacendados del municipio de Coín.

La cartografía catastral representa una notable profusión de casas y chozas diseminadas por las cabeceras de los arroyos de los Amasaderos y de los Garridos, con el famoso Camino de los Muertos entre ambos, en 1943. Las Casillas experimentaron, sin embargo, su mayor auge demográfico y urbanístico entre los años cincuenta y sesenta de la pasada centuria con una población de hasta 200 habitantes surtidos de agua por las exiguas fuentes del Pino, de los Rubios y de la Angelilla y una red de pozos dispersos por doquier.

Aún así, la proyección del nuevo núcleo de población de Cerralba por el Instituto Nacional de Colonización (INC), después Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA), en 1965, y la tentación de la emigración, preferentemente orientada hacia la periferia industrial de la ciudad de Barcelona, despojaron las Casillas de familias íntegras durante los años setenta hasta el extremo de despoblarlas por entero en los lustros subsiguientes.

En nuestros días, la vida de las centenarias Casillas de Díaz parece haber reverdecido y recobrado un nuevo y vigoroso pulso después de decenios de olvido e incuria.


Alejandro Rosas Fernández

martes, 9 de abril de 2013

Calle Málaga y el Puertecillo por J. Temboury

Esta foto ilustra una vista parcial de Pizarra tomada desde el actual Parque Icona en dirección a la calle Málaga. Desde esta perspectiva también se puede apreciar las calles Francisco Rosas y la calle Puertecillo.


Esta foto fue realizada por Juan Temboury y pertenece a su famoso Legado Temboury gracias al cual ha perdurado hasta nuestros días. No tenemos fecha exacta de la foto pero debe pertenecer al primer tercio del siglo XX.

viernes, 5 de abril de 2013

Pizarra desde la Ermita en 1873

Pizarra vista desde el Puerto de la Ermita en el año 1873 y tomada por J. Oses, uno de los mejores retratistas malagueños de la época.

Pizarra en 1873

La foto está un poco estropeada y manchada pero eso no estropea la impresionantes vistas de la Pizarra de ese año. Se puede apreciar nítidamente el campanario de la Iglesia y el núcleo de casas en torno a la actual Plaza del Ayuntamiento. Al fondo se puede apreciar el Olivar que todavía no tenía ni los olivos, al lado contrario la dehesa y para desplazarse hasta la Estación de Ferrocarril había que atravesar la huerta. Impresionante la foto.

jueves, 21 de marzo de 2013

miércoles, 20 de marzo de 2013

Notas introductorias a la historia de Cerralba


El proyecto oficial de urbanización y edificación de un núcleo urbano de nueva planta en las tierras altas del cortijo de Villalón se rigió por la política, demográfica y económica, de reforma agraria desplegada por el Estado a través del extinto Instituto Nacional de Colonización (INC), después Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) y antecesor del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA), durante los años sesenta y setenta del siglo XX, en los estertores ya del Tardo-franquismo, con la vocación deliberada de estimular la expansión y consolidación de los nuevos regadíos de la cuenca hidrográfica del río Guadalhorce: Villafranco del Guadalhorce (Alhaurín el Grande, 1962), Santa Rosalía (Málaga, 1965), Nueva Aljaima (Cártama, 1965), Cártama Ampliación (Cártama, 1965), Torrealquería (Alhaurín de la Torre, 1965), Cerralba (Pizarra, 1965) y Zalea (Pizarra, 1968), la penúltima según proyecto técnico del ilustre arquitecto matritense del INC José Luis Fernández del Amo Moreno (1914-1995), quien no sólo ideó y subscribió tal proyecto, perfecto arquetipo de la “ordenación urbanística en acrópolis” ajustado luego a una escala menor por su colega Perfecto Gómez Álvarez para Zalea, sino que concibió además el nombre mismo de Cerralba cuando hizo esta confidencia a su laureado discípulo el catedrático Antonio Fernández Alba, hoy académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1989) y de la Real Academia Española (2004), durante un amanecer de 1965: “Este nuevo poblado se debe denominar lo que estamos viendo, un cerro al alba, Cerralba”.

Vista panorámica de Cerralba desde Fuente Luna, foto tomada en noviembre de 2010


La Doctora Mª del Mar Loren Méndez, Profesora del Departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónicas de la Universidad de Sevilla, ha delineado las líneas maestras de este proceso histórico en el artículo de su autoría titulado “Asentamientos rurales metropolitanos. Colonización rural y segunda colonización del Valle del Guadalhorce en la aglomeración urbana de Málaga”, inserto en la obra colectiva Pueblos de Colonización durante el Franquismo: la arquitectura en la modernización del territorio rural, Sevilla, 2008, páginas 453-466, y cuya autora enfatiza la significación histórica y valía arquitectónica distintivas de la “Acrópolis de Cerralba”.

Según el historiador eclesiástico Lisardo Guede Fernández, autor del libro Ermitas de Málaga (Málaga, 1987) la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Rosa de Cerralba fue erigida canónicamente el día 29 de septiembre de 1971 bajo el pontificado de Ángel Suquía Goicoechea, a la sazón Obispo Diocesano de Málaga (1969-1974). El culto de la Virgen de la Rosa, cuya imagen es venerada y procesionada en romería por sus moradores, oriundos de las Casillas de Díaz y los campos de Coín, cada día 7 de junio, provino de la extinta Iglesia Parroquial de la Villa de Casapalma.

El día 24 de enero de 1989 el IARA transfirió finalmente la competencia administrativa sobre Cerralba al Ayuntamiento de Pizarra, a cuyo municipio pertenece pues de pleno derecho desde entonces.

Así Cerralba como Zalea, sumamente reconocido entre los arquitectos contemporáneos el valor patrimonial inherente a la tipología arquitectónica característica de la colonización agraria malagueña del siglo XX, se hallan inscritas entre las 1.100 obras inventariadas que componen en la actualidad el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea (RAAC) del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Alejandro Rosas Fernández

Notas introductorias a la historia de Zalea

El topónimo de Zalea es centenario, muy anterior desde luego a la fundación del núcleo contemporáneo de población de este nombre. Tanto los protocolos notariales del siglo XVIII como los documentales cartográficos del siglo XIX reflejan nítidamente la llamada "Haza de la Zalea" como parte integrante de las extensas tierras del cortijo de los Amasaderos, hoy de Rebollo, en la margen izquierda del Arroyo de Casarabonela, afluente entonces caudaloso del río Guadalhorce que alimentaba una exhuberante vega poblada de cítricos y otras especies frutales. La "Hoja de la Zalea", como también figura en la cartografía catastral fue, sin embargo, siempre tierra de labor de secano debido al relieve montuoso y a la composición arcillosa del suelo. A lo largo de los siglos modernos la "Haza de la Zalea del Cortijo de los Amasaderos" integró el señorío jurisdiccional y rico mayorazgo de los Condes de Casapalma y otros títulos del reino.

Vista panorámica de Zalea desde la Sierra de Gibralgalia, foto tomada en diciembre del 2008

Tanto las fuentes documentales como la tradición oral testimonian además la existencia de otro paraje discernido con idéntico topónimo, los "Llanos de la Zalea", también denominado el "Llano (del) Francés", para designar la llanura donde precisamente se elevan hoy las casas y calles de Zalea. Estas otras tierras, estratégicamente situadas entre la Cañada Real de Ronda (Arroyo de Casarabonela), la Cañada Real de Sevilla (Arroyo de las Cañas) y el Camino de Álora a Coín, engrosando la cabida del Cortijo del Lobo, secularmente propio de los Condes de Casapalma y últimamente de los Condes de Mieres, constituyeron otrora un frecuentado descansadero de los hatos de ganado ovino de los pastores de antaño. Allí, en medio del llano, brotaba una laguna o charca de agua, donde los pastores abrevaban sus ovejas, las sesteaban a su frescura bajo el rigor del mediodía y las esquilaban al atardecer de los días de junio, desprendiéndolas de su lana, antes de apacentarlas entre los rastrojos durante las tibias y estrelladas noches de estío puesto que, como es conocido, los óvidos se alimentan de noche en verano. Los animales perecidos eran desollados para, lavándolas y secándolas, aderezar a continuación sus preciadas pieles como zaleas, es decir, "cuero de oveja o carnero, curtido de modo que conserve la lana, empleado para preservar de la humedad y del frío" según la definición del DRAE. La charca, ya drenada, se situó en el centro mismo de la población actual. De los Llanos de Zalea desciende la cañada asimismo titulada de los Llanos, torrentera tributaria del arroyo de las Cañas por su margen derecha ciñendo el pie de la ladera septentrional del Cerrajón.

El proyecto oficial de urbanización y edificación de un núcleo urbano de nueva planta en los Llanos de Zalea, cuyo nombre adquirió entonces y perpetúa ahora, se rigió por la política, demográfica y económica, de reforma agraria deplegada por el Estado a través del extinto Instituto Nacional de Colonización (INC), después Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) y antecesor del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA), durante los años sesenta y setenta del siglo XX, en los estertores ya del Tardofranquismo, con la vocación deliberada de estimular la expansión y consolidación de los nuevos regadíos de la cuenca hidrográfica del río Guadalhorce: Villafranco del Guadalhorce (Alhaurín el Grande, 1962), Santa Rosalía (Málaga, 1965), Nueva Aljaima (Cártama, 1965), Cártama Ampliación (Cártama, 1965), Torralquería (Alhaurín de la Torre, 1965), Cerralba (Pizarra, 1965) y Zalea (Pizarra, 1968), esta última según proyecto técnico del arquitecto del INC Perfecto Gómez Álvarez, quien lo concibió como una reformulación a escala menor del arquetipo de ordenación urbanística en acrópolis de Cerralba ("Cerro al alba") ideado y subscrito, topónimo inclusive, por su ilustre colega matritense José Luís Fernández del Amo Moreno (1914-1995) en 1965.

La Doctora Mª del Mar Loren Méndez, Profesora del Departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónicas de la Universidad de Sevilla, ha delineado las líneas maestras de este proceso histórico en el artículo de su autoría titulado "Asentamientos rurales metropolitanos. Colonización rural y segunda colonización del Valle del Guadalhorce en la aglomeración urbana de Málaga", inserto en la obra colectiva Pueblos de Colonización durante el Franquismo: la arquitectura en la modernización del territorio rural, Sevilla, 2008, páginas 453-466.

Según el historiador eclesiástico Lisardo Guede Fernández, autor del libro Ermitas de Málaga (Málaga, 1987) la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Paz de Zalea fue erigida canónicamente el día 20 de septiembre de 1971 bajo el pontificado de Ángel Suquía Goicoechea, a la sazón Obispo Diocesano de Málaga (1969-1974). La imagen sagrada de San Isidro Labrador, venerada y procesionada en romería por los fieles zaleanos cada 15 de mayo, día de su festividad, provino de la extinta escuela-capilla rural de Rebollo, una de las doscientas cincuenta diseminadas por todos los confines de la diócesis en un solo lustro por Ángel Herrara Oria, Obispo de Málaga (1947-1966) y Cardenal de la Iglesia Romana (1965-1968) merced a la Ley de 16 de diciembre de 1954 y su institución del Patronato Mixto para el Plan Quinquenal de Educación Primaria.

El día 24 de enero de 1989 el IARA transfirió finalmente la competencia administrativa sobre Zalea al Ayuntamiento de Pizarra, a cuyo municipio pertenece pues de pleno derecho desde entonces.

Así Zalea como Cerralba, sumamente reconocido entre los arquitectos contemporáneos el valor patrimonial inherente a la tipología arquitectónica distintiva de la colonización agraria malagueña del siglo XX, se hallan inscritas entre las 1.100 obras inventariadas que componen en la actualidad el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea (RAAC) del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Alejandro Rosas Fernández
Artículo publicado en "Apuntes Históricos de Pizarra"
Boletín del Ayuntamiento "Pizarra Información" nº11 (Febrero 2011)